Las cajas nido, instaladas en la “Casa de Vida” del Cortijo Virgen de los Milagros (Mancha Real, Jaén), están cada vez más cerca de ver cómo sus inquilinos levantan el vuelo. Durante esta primavera, una pareja de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y 8 parejas de grajillas (Corvus monedula) han nidificado en este antiguo transformador eléctrico, rehabilitado en 2019 por Olivares Vivos. Y, tras haber cuidado de sus crías con la máxima entrega, pronto verán como sus polluelos abandonan el nido (en sentido literal).
Este año, posiblemente como consecuencia de la falta de lluvias y las olas de calor de mayo y junio, la productividad ha sido baja. En total, en las distintas visitas que ha realizado el grupo de anillamiento Erithacus Sur –perteneciente al Centro de Migración de Aves de SEO/BirdLife–, se han anillado 16 pollos de grajilla y 2 pollos de cernícalo vulgar y, además, en otras cajas nido ubicadas en otros lugares de la citada finca olivarera se anilló una nidada de cernícalo con 4 pollos y otra de autillo. Una temporada de cría que pasó, en esta ocasión, sin que los cajones se llenasen de “okupas”: el año pasado, unas cuantas parejas de lirón careto criaron en las cajas nidos, impidiendo su uso por parte de las aves. Eso sí, en cuanto se fueron, 8 parejas de grajillas se instalaron rápidamente.

El trabajo de Olivares Vivos y el equipo de Erithacus Sur se limita, en este sentido, a crear las condiciones óptimas para la cría de aves en las cajas nido y las casas de vida, así como al posterior seguimiento de las aves; al contrario que otros años, no se han realizado sueltas de pollos procedentes de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas. Es decir, son los pájaros quienes deciden si crían o no en las cajas nidos instaladas en las fincas, así como es la propia naturaleza la que marca la supervivencia de las crías, pues los progenitores son los encargados de alimentar y cuidar a sus polluelos.

El grupo de anillamiento Erithacus Sur se encarga del seguimiento de estas especies, entre otras, en la zona de Jaén. Para ello, las aves se marcan cuando son pollos con una anilla metálica oficial y otra de PVC con dígitos alfanuméricos (que permite su identificación a distancia). Con ello, se consigue individualizar los ejemplares y, una vez que los pollos vuelan, hacer su seguimiento recopilando información a través de sus posteriores avistamientos, obteniendo datos sobre la dispersión de ejemplares (distancia entre donde nace y donde cría de adulto), movimientos entre colonias, movimientos diarios a zonas de alimentación o dormideros, longevidad, etología, etcétera.
EL ANILLAMIENTO DE AVES
El anillamiento consiste en la captura, colocación de una anilla metálica (habitualmente de aluminio) en la pata de un ave viva, toma de datos y liberación del ave en las mismas condiciones en las que se captura. Tal y como explica el propio “Manual para el anillamiento científico de aves”, esta anilla lleva gravado un remite, que identifica a la entidad anilladora donde se centralizan los datos y un número o código irrepetible para cada una de las anillas. Los datos de anillamiento asociados a cada anilla quedan archivados en la base de datos que custodia y gestiona la oficina de anillamiento correspondiente a cada remite.
EURING se encarga de coordinar todas las oficinas de anillamiento a nivel europeo. Estos datos recogen información como la especie del ave, su sexo y edad, el lugar y la fecha en que se ha anillado, así como datos biométricos y cualquier otra información determinante. La información de cualquier captura posterior de la misma ave se envía a la oficina de anillamiento, donde se elabora un historial en el que se incluyen los datos de anillamiento y los de las sucesivas recapturas. La información se va acumulando con el tiempo y cuanto mayor sea su volumen más estudios científicos pueden hacerse con ella en pro del conocimiento y conservación de las aves.
RECUPERAR LA PRESENCIA DE AVES EN EL OLIVAR
Desde que Olivares Vivos se puso en marcha, se han desarrollado intervenciones que fomentan la recuperación de la biodiversidad propia del olivar y, con iniciativas como la “Casa de Vida”, se fomenta además la reproducción de aves en el ecosistema del olivar. Cabe recordar, además, que esta acción no solo se lleva a cabo en el Cortijo Virgen de los Milagros, sino que también se rehabilitó un pajar situado en el Cortijo Conde de Guadiana (Úbeda) en el que se introdujeron con gran éxito trece lechuzas. Con esta intervención se consiguió la formación de parejas que han seguido criando por si solas en libertad durante los años sucesivos en la finca, demostrando el potencial del olivar como hábitat de gran valor para la conservación de las aves rapaces.
Pero no solo son estas iniciativas las que ayudan a recuperar la presencia de aves en el olivar. El método de olivicultura de Olivares Vivos incide en un aumento general en la cantidad y abundancia de especies que habitan este agrosistema. Así, siguiendo el agroesquema Olivares Vivos, de media y a lo largo de tres años, se encontraron 3 especies de aves más por olivar (algo más de un 5% de incremento); si bien esta recuperación fue mayor en los olivares que peor situación de partida presentaban, donde el incremento de especies superó al 10%.