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Nunca nos habían interesado tanto las hormigas hasta que llegaron hace tan sólo unos días en un tubo de ensayo que estaba repleto de obreras, soldados, larvas y una sola reina.
Preparamos todo según las instrucciones: rellenar con arcilla y arena el hormiguero, humedecer el sustrato con cuidado, decorar con piedras y arena de colores y abrir un par de pequeños agujeros con un palillo para facilitarles el trabajo. Pese a la buena dosis de dudas que nos acompañó durante el proceso de montaje, todo les pareció perfecto. Nada más abrir el tubo, salieron con energía a descubrir su nuevo hogar. Desde entonces, sus avances son portentosos y cada día se afanan con más ahínco en dejar pequeño el receptáculo de metacrilato que las contiene.
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Evolución del hormiguero en sus primeros días.
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Galerías y cámaras de las que salen y entran, sacan tierra, meten semillas y menean a sus larvas de un sitio a otro casi como si quisieran acunarlas. Su ritmo es frenético y ahora su biología se nos antoja increíble, aunque sigue estando repleta de lagunas y misterios que esperamos ir resolviendo poco a poco.
De momento:
- Hemos leído que una reina puede llegar a vivir 30 años, y las obreras al menos 2. Aunque esto depende mucho de la especie, no deja de sorprender enormemente. De momento, en nuestro hormiguero hemos tenido tan sólo un par de bajas. Según parece, las hormigas muertas han sido extraídas del hormiguero para evitar problemas. ¡Qué listas son! Incluso cuando tienen espacio construyen cámaras que sirven de mortuorios.
- Son trabajadoras, de eso no hay duda, casi se diría que no descansan nunca. Sin embargo, ahora sabemos que de vez en cuando se echan su pequeña siestecita. Cortos periodos de reposo de varios minutos que intercalan con su actividad y que pueden llegar a sumar todos juntos unas 4 horas de relax al día.
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Además, son fuertes. Capaces de levantar varias veces su peso sin que parezca que les cueste un gran esfuerzo. Eso les permite hacer una buena recolecta de semillas y transportar a la descendencia de cámara en cámara.
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Hormigas, reina y larvas en una de las cámaras más profundas del hormiguero.
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De entre todas destaca por razones obvias la reina. A nuestros ojos parece monstruosa, tres veces o cuatro más grande que el resto de las hormigas del hormiguero. Pero para ellas no sólo es su reina, también es su madre y en síntesis, el origen de todo su mundo, un mundo mucho menos simple de lo que cabría esperar después de todo.
Y es que a todos los misterios que acontecen bajo tierra, se une el importante papel ecológico de las hormigas:
- Dispersan semillas que serán capaces de germinar en rincones a los que jamás habrían llegado sin su ayuda,
- contribuyen a la descomposición de la materia orgánica para devolverla de nuevo al suelo
- sirven de alimento a diversas especies,
- y además, tan sólo aparecen en suelos sanos y con buena estructura, por lo que son indicadoras de un suelo vivo
Nuestra colonia de hormigas tiene una importante misión, ayudarnos a explicar la importancia del suelo en la agricultura. Una gran misión para unas hormigas tan pequeñas, o quizás, no tanto…
De momento, parece que nada se les resiste.
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