Poner en valor la cultura milenaria del cultivo del olivo para diversificar la economía y sostener al mundo rural. El oleoturismo es un tipo de turismo con cada vez más interés tanto por parte de las empresas, como de los visitantes que desean disfrutar de una experiencia singular que los acerca a los orígenes del producto estrella de la cultura mediterránea: el aceite de oliva. Con el objetivo de divulgar las principales características y procesos de la olivicultura, la elaiotecnia y su historia, el oleoturismo ha comenzado a explicar cómo se produce el aceite de oliva, pero también su origen, los recursos naturales, el paisaje y a la flora y la fauna tradicional del olivar que son la verdadera génesis del aceite. Un factor que hace de Olivares Vivos un foco de especial interés para aquellos que quieren conocer más sobre el oro líquido.
Con un potencial que no para de crecer, en el oleoturismo pueden identificarse hasta tres tipologías diferentes: el cultural, el gastronómico y el rural. Esto le confiere de un valor turístico más que relevante y atractivo, un hecho que se ve respaldado por la oferta cada vez mayor de almazaras y fincas que apuestan por implantar esta iniciativa. En “El oleoturismo como herramienta de desarrollo territorial. Diagnóstico y necesidades de conocimiento”, (Pulido, J. I. dir. 2023), análisis desarrollado en la Cátedra de Turismo de Interior de la Universidad de Jaén, se subraya “la capacidad de este tipo de turismo para generar rentas complementarias, crear empleo y ensalzar los valores de la cultura local”. Asimismo, se señala la su capacidad para ser prescriptor de las marcas de aceite de oliva, además de la oportunidad que ofrece para obtener una mayor fidelización de los consumidores.

En el desarrollo de este estudio se contó con una serie de encuestas de las que se desprendieron resultados muy reveladores sobre la actualidad y realidad del oleoturismo. Así, de las empresas que respondieron, el 18,72% señaló que no se ha iniciado en la actividad oleoturística porque carecen de las instalaciones necesarias o porque, aunque tienen la intención, aún no lo ha hecho. Respecto a los motivos que han llevado a las empresas a iniciar la actividad oleoturística, destaca la necesidad de compartir la cultura del aceite (96,67%), una forma adicional de obtener ingresos (66,67%), el hecho de que posea un alto potencial de venta directa en almazara (36,67%) o por mera tendencia (16,67%).
Asimismo, y aunque el oleoturismo tenga un amplio espectro de actuación, es evidente el contundente peso que tiene el componente gastronómico en las actividades ofertadas. Así lo reflejan las cifras del estudio anteriormente mencionado, en tanto a que el 90% de los encuestados ofrecen degustación de aceite de oliva; el 70%, catas de aceite de oliva o, el 40%, muestras de otros productos de la tierra. Entre otras de las actividades más comunes están también las visitas guiadas o las tiendas.
De esta forma, se crea un binomio perfecto entre el producto y la constante necesidad de innovación y diferenciación dentro del sector turístico. Se convierte, así, al aceite de oliva en algo que va más allá de las almazaras y cocinas para ser un elemento vertebrador del territorio. De hecho, un solo dato puede ayudar contemplar con mayor amplitud este hecho: solo en la provincia de Jaén hay 171 empresas que ofrecen este ocio alternativo a sus visitantes. El oleoturismo insufla aire fresco en un mundo rural que ansía alternativas para luchar contra la despoblación, creando con ello nuevas ofertas de empleo y rompiendo la estacionalidad propia del cultivo del olivar.

DESCUBRIR LOS OLIVARES VIVOS
La experiencia oleoturística, vista desde su perfil más hedonista, no puede sostenerse sin apoyarse en la belleza y sensaciones que transmite la naturaleza propia del olivar. Es por ello que, aquellas fincas que mejoren y conserven biodiversidad, cuentan con más ventajas a la hora de ofrecer una actividad de oleoturismo especial y única. Olivares Vivos, como modelo de agricultura que recupera flora y fauna para mejorar la rentabilidad de las fincas, se convierte en un gran aliado para los olivicultores hayan apostado por implementar el oleoturismo en sus fincas y/o almazaras, así como para aquellos que deseen hacerlo.
Gracias a los planes de actuación realizados para poner en marcha el modelo Olivares Vivos (manejo sostenible de la cubierta herbácea, mejora de la complejidad del paisaje e instalación de elementos de apoyo a la fauna), las fincas se convierten en lugares desde los que se puede ver vida. Paseos sobre un manto de hierba, disfrutar del sonido del canto de los pájaros o el aroma que plantas como el romero o la lavanda dejan en el aire y, todo ello, coronado con un AOVE de excelente calidad, comprometido con el medio ambiente; los Olivares Vivos son, en s í mismos, una experiencia oleoturística completa.
Para poner en valor todo esto, durante el anterior programa LIFE, Olivares Vivos diseñó rutas en nueve de las fincas demostrativas: Ardachel (Siles, Jaén), Cortijo Guadiana (Úbeda, Jaén), Finca Virgen de los Milagros (Mancha Real, Jaén), El Puerto (Pegalajar, Jaén), El Tobazo (Alcaudete, Jaén), Casa del Duque (Espejo, Córdoba), La Tosquilla (Nueva Carteya, Córdoba) y Gascón (Marchena, Sevilla). Itinerarios que pueden seguirse a través del móvil y que cuentan con comentarios y anotaciones sobre las diferentes actuaciones acometidas para convertirse en Olivares Vivos. Asimismo, para disfrutar de una experiencia inmersiva desde el sofá de casa, en un momento en el que no era posible salir de casa, desarrollamos una visita virtual a El Puerto, ubicada las “Estribaciones de Sierra Mágina”, un espacio que está dentro de la Red Natura2000 que se puede seguir visitando aquí.

ALGUNAS PROPUESTAS EN OLIVARES VIVOS
Con la puesta en marcha del LIFE Olivares Vivos+ y su expansión, las fincas que están implementado el modelo Olivares Vivos han aumentado de 20 a 39. Este incremento ha propiciado que sean muchas más las actividades oleoturísticas que combinan aceite y recuperación de biodiversidad. En esta ocasión, vamos a hablar de cuatro experiencias que todo aquel interesado en conocer la cultura oleícola debe conocer, sobre todo porque se llevan a cabo en entornos que respetan la naturaleza.
O-MED
En Ácula, Granada, se encuentra la recientemente renovada almazara de O-Med. Todos los sábados realizan una visita guiada, a las once de la mañana, con un tiempo aproximado de 70 minutos. La visita oleoturística no solo incluye un tour a sus modernas instalaciones, sino también una oportuna degustación de sus productos en la que salen a relucir las propiedades organolépticas de sus aceites.
CASTILLO DE CANENA
En su finca ubicada en el término de Úbeda, Ciudad Patrimonial, su oferta oleoturística se basa en compartir la cultura del Aceite de Oliva Virgen Extra. En este sentido, se preocupan por mostrar cómo cuidan de sus olivos durante todo el año, qué significa el término “agricultura de precisión” y cómo la desarrollan en el olivar. La visita incluye también un acercamiento a su método de producción y, por supuesto, una cata de los diferentes aceites que producen.

FINCA LA PONTEZUELA
Finca La Pontezuela forma parte de las nuevas participantes en Olivares Vivos y, en su oferta oleoturística, incluye una visita a su Centro de Interpretación del Olivar 5 Elementos. Se encuentra ubicado en Los Navalmorales (Toledo) y cuenta con unas vistas inmejorables de los Montes de Toledo, junto al Parque Nacional de Cabañeros. Durante la visita, se descubre la cultura milenaria del olivar y los secretos de su AOVE, 5 Elementos.
SEÑORÍOS DE RELLEU
Su oferta oleoturística está compuesta por diferentes paquetes de actividades. Entre ellos, una visita a la finca, que se encuentra en Relleu (Alicante), donde se muestra las diferencias entre olivos jóvenes y milenarios. Además, sus instalaciones narran todo el proceso de elaboración, conservación y envasado de su aceite de oliva. Finalmente, realizan una cata de aceite.